
De
EspañaEl alojamiento está a menos de un kilómetro de la frontero con Botswana. Reservamos un bungalow familiar con dos habitaciones. Calidad-precio muy bien. Es sencillo, pero actualmente pagas menos de 20 euros la noche por persona. Las habitaciones son amplias y las camas muy cómodas. Te dejan en la habitación una pastilla de jabón, una bote con champú-acondicionador y un bote con crema (un pack para cada persona). En la cocina hay un fregadero, nevera, hervidor de agua y microondas. También dejan café soluble, mini-leche, infusión y azúcar blanco y moreno. La wifi funciona bien. En la recepción hay un pequeño supermercado, un puesto de comida para llevar que cierra a las 21:00 horas y un restaurante que cierra 19:30-20:00 horas. Cenamos en el restaurante bastante bien y barato: hay carnes, pizzas, menú infantil… El desayuno no está incluido pero no es caro y hay varias opciones: huevos, sándwich, salchicas, bacón, tostadas, cafés… Lo único que echamos de menos fue la fruta (pero la hay en el supermercado). Venden café molino y en grano y sales de Oryx (como souvenirs). También hay una especie barbacoa delante de casa casita y muchos contenedores.