Cabañas y casas de campo en Tarrafal

Muy bien situado, cómodo y tranquilo. La terraza es estupenda para pasar el rato. La comunicación con la anfitriona ha sido muy buena y la persona que nos recibió muy amable. Todo es tal cual se describe y se ve en las fotografías. Volvería a alojarme sin duda.

El acogimiento de Lucía, su disponibilidad, la cantidad de elementos para cocinar, la cercanía a la playa, en definitiva un sitio muy completo

Muy buena atención y la flexibilidad para el check out, ya que nos permitieron quedarnos hasta la hora de salida de nuestro vuelo.

Me gustó mucho todo, la ubicación era buena, caminando en 20 minutos llegabas a una playa preciosa, allí estaban los pescadores con los atunes enormes recién pescados, y las mujeres lo vendían. Espectacular, toda la zona se recorría bien, tiendas tipo supermercado pequeñas, el mercado central, entidades bancarias donde podías cambiar la moneda, también podías pedir un taxi, por 2 ó 3€, en fin ha sido una experiencia maravillosa para mí, el Sr Vá de Tarrafal House me acompañó prácticamente a todo, No me dejó sola para nada, super amable, acogedor, servicial y además un gran Chef. El hotel Tarrafal House es muy bonito, las vistas desde la terraza maravillosas, gallinas con sus pollitos y gallos cantando, cabras paseando.... montañas preciosas y el océano Atlántico. Además para surfistas está La Cabana, donde me llevó el Sr Vá paseando que quedaba muy cerca y allí podías disfrutar de la gente maravillosa, hacer Surf y preciosas vistas, la puesta de sol mas bonita que nunca he visto. Se veía la isla de Fogo. Un viaje para repetir, al menos una vez al año y desde luego a Tarrafal House.

La.enerrgia que se respira em esa casa no la he encontrado en mis 15 dias por Cabo Verde. No hay terraza igual en ninguna de las 10 islas. Estuve tan o mas comodo que en mi casa. Un placer Fabrice! Nos volveremos a ver

Coqueto, entorno muy bonito, camas cómodas, mosquiteras para protegerse de los insectos, que los hay teniendo en cuenta el entorno salvaje. El propietario muy, muy simpático y atento. Tuvimos un problema y en vez de 3 noches solo pudimos quedarnos una y no tuvo problema en cobrarnos solo las taxas aplicadas y la noche que pasamos. Ah, cenamos en el restaurante Sabor, q también es de él, y estuvo genial, tanto por la calidad de la comida como por la atención del personal.

El lugar es inmejorable. En el medio de la isla y en el medio de un valle precioso. También son buenísimos los desayunos y las cenas que prepara la señora Lina, la vecina.