Opiniones del Art Guest House in KASKAD

La dueña fue muy amable, nos hizo el check in de noche, contestaba rápido cuando le escribíamos un mensaje, nos recomendó restaurantes y nos ayudó cuando se estropeó el ventilador. La habitación es grande, es cómoda y muy limpia (toallas y sábanas olían realmente bien). Agradecemos que dejase un hervidor de agua, dos tazas, unas infusiones de té y azúcar, fue muy amable. También era muy útil que tuviese una nevera dentro de la habitación, pudimos guardar la comida que comprábamos para el desayuno y para poder tener agua fría. La terraza es agradable para desayunar viendo las vistas de la preciosa ciudad. También hay una piscina pequeña para refrescarse.

El gran problema es que hacía MUCHÍSIMA calor, en verano no os recomendamos hospedaros aquí, de verdad que el calor es insoportable, hace más calor dentro de la habitación que fuera en la calle a pleno sol. El problema es que el tejado es de uralita (un metal que hace que se concentre el calor). La habitación tiene un ventilador (gracias al que pudimos sobrevivir), pero no ayuda mucho. Necesita poner aire acondicionado, sino no se puede estar del calor. El acceso tiene 61 escalones, para nosotros no fue un problema, pero quizá para alguien mayor pueda serlo. También creemos que sería bueno poner un cartel en la calle principal indicando la guesthouse para facilitar la llegada (la dueña nos indicó igualmente como llegar, estamos agradecidos).

Es un espacio bucólico, hay pequeños huertos, árboles y una gran terraza, con una vista presidida por el mítico monte Ararat. Sientes Yerevan a tus pies. Artak, el propietario, es muy atento sin ser pasado. Sus niños parecen felices, siemprei jugando por el lugar. Todo estaba limpio y cuidado. Parece un negocio llevado con mucho amor.

Todo me gustó.

Localización excelente. Anfitrión hospitalario