Opiniones del Casa Laurel

La casa hermosa y la anfitriona excelente. Doña Rosalba y su prima unas señoras amables y encantadoras. Super serviciales. Nos sentimos cómo en casa . Tienen estufa de carbón y chimenea.Muy completo el menaje de la casa.Se siente una paz...

Los detalles al llegar, los arándanos y el te, la vista es hermosa y la casa está en un lugar muy bonito

En booking decía que estabamos reservando una casa entera pero no, es una casa compartida tipo hostal. Ojo porque no están reservando una casa para ustedes solos sino habrá otros huéspedes quedándose allí en los cuartos que quedaron libres y eso para nosotros arruinó nuestra estancia porque queríamos privacidad

Limpieza, instalaciones y amabilidad de doña Rosalba.

la comodidad, es un espacio demasiado acogedor

La encantadora casa-finca está ubicada a las afueras de la ciudad. Es reservada, encantadora, silenciosa, acogedora y demasiado romántica. Estar allá es como regresar al tiempo, y recordar cuando uno era niño y se iba de vacaciones a la casa o finca de los abuelos. La propriedad cuenta con 2 pisos, 3 habitaciones, 4 baños y tiene capacidad para recibir hasta 10 personas tranquilamente. Cuenta con una vista muy bonita, y desde el balcón se puede apreciar los atardeceres de Boyacá o tomar un vinito por la noche. Es un plan que se puede hacer con familia o amigos, pero personalmente la recomiendo mucho a las parejas, que quieren desconectarse de todo y pasar un fin de semana romántico. Fui con mi novia en el fin de semana/puente del 19 de agosto. Al llegar fuimos recibidos directamente por la propietaria - Rosalba. Ella reformó la casa recientemente y la puso en booking, para fines de turismo. Ella nos digo que éramos los primeros huéspedes a quedar allí, luego de entrada fuimos recibidos con esta excelente noticia de inauguración, lo que hizo con que la experiencia fuera todavía más especial. Rosalba nos recibió con la chimenea prendida, una infusión de eucalipto que dejaba todo un perfumen a la casa, un kit de bienvenidas, toallas y cobijas limpias. Nos brindó un recogido por la casa para que conociéramos todos los ambientes y, luego nos conectó con guías locales para coordinar todos los paseos que quisiéramos hacer por allá. Estadía altamente recomendable. Yo, personalmente deseo regresar en Diciembre, porque en esta vez el páramo de Ocetá estaba cerrado por temas de preservación ambiental. Nos toca regresar a Mongui para hacer este plan, y al regresar, ya tengo definido mi local de hospedaje! Casa Laurel, es el destino.

Está afuera de la ciudad, para llegar es necesario solicitar a la propietaria la ubicación exacta y tomar un pequeño tramo de carretera de tierra.