Opiniones del La Cabaña Ecohotel - Valle del Cocora 4 estrellas

Nuestra estancia en la Cabaña ha sido increíble, es un lugar ideal para relajarse en medio del eje cafetero, entre Salento y el valle del cocora. Desde el primer momento nos han atendido fenomenal y nos han ayudado con todo, desde el transporte por el eje cafetero y la recogida en el aeropuerto. Sebastián y Eduardo nos han tratado de maravilla, ojalá poder volver. La comida y el desayuno también son de primera.

Las instalaciones son fantásticas y el ambiente único, se respira tranquilidad. El desayuno está espectacular, y es muy variado. El café que ofrecen muy rico. Y lo mejor de todo, Sebastián, que te hace sentir como en casa. Además sus recomendaciones son muy buenas.

La atención del personal (Margarita y Adriana, en particular, y María Camila antes de la llegada) ha sido excelente. La cama comodisima, la localización un sueño.

Nuestra experiencia en La Cabaña Ecohotel ha superado toda expectativa. Queremos destacar la calidad humana de todo el personal, con especial mención a Sebastián. Viajamos con nuestro hijo de 2 años que estuvo enfermo durante la estancia, y todos se mostraron preocupados e interesados por su recuperación. El entorno es precioso, rodeado de espacios verdes muy amplios y con el precioso río Quindío. Nuestro hijo lo pasó genial en el parque que disponen en el jardín y con los diferentes libros infantiles. Es muy agradable despertarse y ver las vacas pastando a unos metros de tu habitación, o ver constantemente colibríes por el jardín. Muy fácil desplazarse hasta Valle de Cocora o Salento, ubicación ideal. La habitación es muy amplia y limpia, con una cama muy cómoda. El servicio de desayuno y comida también dispone de diferentes opciones muy buenas (también diversas opciones vegetarianas). Nos dio mucha pena marcharnos y recordaremos siempre nuestros días en La Cabaña con mucho amor.

Nos gusto absolutamente todo. El lugar en general es fascinante, pero creo que lo que le hace realmente especial son las personas que lo llevan, desde todo el personal de cocina y limpieza, hasta Eduard el conductor y sobre todo Sebastian. Nos volvemos a España completamente enamoradas de él. Gracias por ser simplemente ese tipo de personas que le hacen a uno sonreír (que cursi jeje). Decir que el Hotel te ayuda absolutamente a todo, desde reservar una excursión, como ofrecerte transporte, como bajarte al pueblo de manera gratuita, que te recojan los jeep en la puerta del hotel de camino al Cocora… todo. Y especial mención a la cocina. El desayuno estaba buenísimo. Pero también hemos comido y cenado varios días en el hotel y está todo súper bueno. El primer día nos recibieron cocinando un lomo al trapo que era para morirse… De verdad que no tengo ninguna pega. Y también no nos podemos olvidar de las vacas que te acompañarán en toda tu estancia jaja casi me toca facturar una vaca bebé porque mi pareja la quería. Pero de verdad es una fantasía despertarse en este enclave, con estas vistas, rodeados de naturaleza, con unas habitaciones súper acogedoras y una cama que era ultra mega cómoda (visto bueno por parte de la fisio que me acompaña jeje). Es un lugar que da paz y que hace que realmente sientas que estás de vacaciones y te ayuda a desconectar.

Es un remanso de paz. El enclave te sumerge en la naturaleza. Los trabajadores del hotel son tremendamente acogedores, y te hacen sentir en casa.

Todo. El personal, la ubicación, el desayuno, la comida, la cena, el plan de BBQ organizado, la cabalgata, el servicio de lavandería. Despertarte con el canto de los pájaros, ver desde la cama las vacas pastar… te hacen sentir como en casa Gracias Adriana y Sebastián por la cercanía y amabilidad. Es un lugar mágico al que ya estoy deseando volver a pesar de los kilómetros que nos separan.

Tiene un encanto

Me duché con agua fría

Nuestra estancia en La Cabaña ha sido un regalo del que nos acordaremos toda la vida. Lo más especial es que te hacen sentir como en casa. Sebastián, Eduard y Carlos, hacen que tu experiencia sea perfecta, la atención que recibes merece un 10. Pudimos hacer la excursión en caballo con Juan Carlos y la de Carbonera con Eduard, ambas auténticas y preciosas. La cocina está riquísima, cenamos las cuatro noches en el hotel y no nos cansamos. El desayuno es casero totalmente, cada día te sorprenden.

No hay fallo.

Está ubicado a unos minutos en coche de Salento. Tiene dos edificios uno en el que está la recepción, restaurante, habitaciones... Y el otro solo tiene habitaciones (el del río). Es una finca preciosa. Solo se escucha el río y las vaquitas de alrededor. Muy tranquilo y relajante. Para el desayuno o la cena tienes que ir al otro edificio, por un camino iluminado muy chulo. (Hay que pasar la carretera) Las habitaciones muy amplias y bonitas. Y fuera, en la terraza, tienes mesas, hamacas... Para disfrutar. El desayuno buffet bastante variado. Y la cena muy completa. La gente que trabajaba allí encantadora.

Todo. La calidez, simpatia y proximidad de los trabajadores (Sebastian y Maria Camila) y nos lo pasmos estupendamente en la excursión a La Carbonera gracias a Eduard. Te sientes como en casa, nos dió mucha pena irnos. La tranquilidad de la zona, tumbarte en una hamaca a leer escuchando el rio… vale la pena solo estar allí. La comida estupenda y la comodidad del colchon también. Volvería sin dudarlo. Ofrecen masajes y todo tipo de actividades.

Un lugar increíble ! Con la mejor atención siempre !

Atención a detalles, excelente atención del personal y tranquilidad del lugar

Todo estuvo bien. El baño era un poco pequeño pero tenía todo lo necesario para la estadía

Absolutamente todo! La ubicación, el personal.. la cabaña es preciosa y se come muy bien!

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Es lugar es mágico! Levantarme por la Mñana en ese lugar tan idílico con el ruido de la vacas el olor a naturales a y esa cama tan tan cómoda. Por supuesto Sebastián es el mejor! Lo bien que te recibe y te da todo tipo de ayudas allí y el resto de la gente de la casa son como una familia!te dan transporte gratis al pueblo

Todo estuvo perfecto

Casa preciosa, restaurante exquisito, ubicación perfecta y personal inmejorable, gracias Sebastián!!!

Como casa en el campo que es tiene algunos fallos como poca agua en la ducha y habitaciones algo pequeña

El lugar es muy bonito, rodeado de naturaleza y súper bien ubicado, justo cerca de un río y de camino al Valle de Cocora, así que es perfecto para explorar la zona. El personal es estupendo, súper atentos y siempre con buena actitud. Las habitaciones son comodísimas, con una cama enorme ideal para descansar después de un día de caminata. La ducha también está genial, todo muy bien cuidado. Sin duda, un sitio para desconectar y disfrutar tranquilo.

El lugar es hermoso, ideal para desconectarse y pasarla bien. Margarita una genia que nos solucionó todo!

La verdad es que nos gustó todo!

Las instalaciones son muy lindas, la cama súper cómoda, las opciones en el desayuno variadas, la atención de Margarita espectacular. Sin duda volveremos. Amamos que sean Pet friendly.

El televisor no funcionó, sin embargo tampoco era algo esencial para nosotros.

Todo fue maravilloso. Puedo decir que uno de los hospedajes con más sentido de pertenencia que he conocido. Me sorprendió la atención pendiente de mi llegada, ya que estaba hospedada en otro hotel y el conductor fue hasta allí por mí. Luego, me recibió Sebastián, quien me hizo sentir como en casa. La variedad y el lujo en la cocina son perfectos. Las vistas desde el restaurante son impresionantes, y pude apreciar las vaquitas, colibríes y gatitos. Quiero destacar especialmente a Doña Adriana y Carlos, quienes brindaron una atención excepcional. Felicitaciones por la gran atención y el excelente servicio. Sin duda volveré!!

Todo me gustó 🙂

La atención de todo el personal. El entorno