Opiniones del Chateau du Val Larbont

Si quieres saber lo que es vivir en un castillo este es tu lugar. Michel abre las puertas de su chateau y comparte su casa de manera adorable. Si quieres olvidar la inmediatez y las prisas del día a día y encontrar la educación, la elegancia en el trato este es tu lugar. Un castillo y un SEÑOR, de las que ya no quedan. Merci beaucoup Michel de nous avoir ouvert les portes de votre maison.

Todo perfecto!

El dueño muy agradable y se esfuerza en hablar el español que lo habla bien , el castillo es espectacular

Un poco la limpieza del dormitorio y el baño estaba en otra estancia

Los animales de la finca le encantaron a mi hija. La finca y el castillo, espectaculares. Buen desayuno. El anfitrión muy atento a todo.

Alojamiento singular y fuera de lo común La gran amabilidad y conversaciones con Míchel La historia que se respira

Desistimos en hospedarnos. Buscamos otro alojamiento por la zona.

El dueño nos atendió perfectamente, pero las instalaciones no son acordes como Booking informa al cliente.

Desayuno correcto. Lo mejor la amabilidad de los anfitriones y la larga e interesante conversación en la terraza con el propietario.

Indudablemente el chateau ha vivido tiempos mejores

El jardín fabuloso. Las habitaciones son fantásticas y enormes.

El lugar es precioso, desde los jardines que están muy bien cuidados hasta la decoración interior de época

Todo ha sido genial

La amabilidad de los dueños.el chateau especialmente. Los jardines muy bien cuidados y la habitación. Así como la ubicación. Muy tranquilo

Todo correcto

El Chateau precioso, el jardín maravilloso,el matrimonio muy agradable y el desayuno excelente

Nos gusto todo

El jardin, la habitacion…. Todo relajante i tranquilo

Tener cerca un sitio para cenar

El castillo y el entorno espectacular, los anfitriones muy amables y cordiales. Hemos ido con nuestro perro y lo hemos pasado genial.

Un lugar rebosante del sabor de lo bueno del pasado.

La experiencia de vivir alojado en un hotel con sus encantadores dueños. No es un hotel moderno con un exterior de castillo, es un auténtico y genuino castillo, habitado desde hace más de treinta años por los anfitriones que te reciben con los brazos abiertos. Te sientes como si te hubiesen invitado a pasar un fin de semana y eso, para nosotros, ha sido una experiencia única de la que estamos muy agradecidos. La habitación es grande y auténtica y la cama comodísima. El lavabo reformado con gusto está fuera, justo enfrente de la habitación y es particular y funciona todo de maravilla. Para la habitación suite superior, el lavabo está dentro de la enorme y bonita habitación (las fotos no hacen justicia). El desayuno en el comedor del castillo es delicioso y toda una experiencia, con la vajilla de la familia. Todos los muebles son auténticas antigüedades y con conversaciones muy agradables con Anne Marie y Michele que están encantados de contestar a todas las preguntas. Él habla muy buen castellano y ella habla buen inglés. La zona es preciosa y hay mil senderos que recorrer, todos bonitos, con agua y verdor.

Nos ha gustado todo! mejor imposible. Ha sido una experiencia única. Pero si lo que buscas es un hotel moderno, con tv en la habitación y todo reformado, con un exterior de castillo, no va a ser tu sitio. Mejor que te vayas a una cadena hotelera o a un hotel boutique reformado.

Amabilidad, habitación, desayuno, entorno

Nada

un lugar increible!! una experiencia unica el poder dormir dentro de un castillo de finales del siglo XVIII mi pareja y yo quedamos encantados de estar aqui, la habitación muy muy grande, el baño que esta dentro de la habitación esta situado dentro de la torre del castillo, tambien bastante grande, muy limpio todo y la cama bastante comoda, tiene una nevera pequeña con algunas bebidas que te dan de regalo, un detalle por parte de los dueños... un buen desayuno de calidad en un salon de pelicula!¡! Michael y su mujer Anne-Marie muy buenas personas que te explicaran lo que quieras saber del lugar, tienes detras del castillo una ruta q vas pegado al rio, para ir al pueblo caminando. una verdadera experiencia¡!¡

Alojarse en un castillo es una experiencia única. El edificio y su jardín son de cuento y las habitaciones enormes. El propietario, que se comunica bien en español, es muy agradable y con muy buena conversación. El desayuno, servido en el comedor del Castillo con mobiliario y cuberterías increíbles que te transportan a otra época, además de muy completo y de calidad. A tener en cuenta: el baño está fuera de la habitación.

Nos encantó todo. Quizá le recomendaría una mejor iluminación para la zona de acceso inferior.