Opiniones del Saptami Hampi Homestay

El personal es encantador y te ayudan en todo. Nos consiguieron un tuk tuk para todo el día en los templos. Y también un conductor, muy hábil conduciendo, y prudente, para ir a Anantapur. El alojamiento está cerca de una aldea, que no es Hampi, pero que nos pareció estupenda y tiene un bonito café para comer y cenar. El paseo a ella es una delicia. En el alojamiento nos dieron un desayuno contundente para pasar el día. Y nos dieron en dos ocasiones un café chai que era una delicia. Las vistas desde la terraza comunitaria, a la selva tropical, son muy bonitas. La habitación es básica, y hay que ser conscientes de que se está en el área rural, y está lleno de naturaleza, pero nosotros era lo que buscábamos, sencilla, cómoda, aire acondicionado, hervidor con café, ...

La ducha estaba pegada casi al lavabo, por eso hay que tener cuidado cuando te duchas, para no resbalar después, al usar el baño. Además, a veces salían olores fuertes y desagradables del retrete. Por otro lado, van lentos en la hora del desayuno. No nos importa, pero habíamos quedado con un chófer y le tuvimos que hacer esperar, porque nos sirvieron más tarde. Y, por último, hay que llevar repelente, como es lógico en zona tropical.

Limpieza y lugar

La localización, la atención, la comida.

Quizá le falta un pelín de limpieza más a fondo.

Inicialmente habíamos pensado hospedarnos en Hospet, porque llegábamos de dormir en tren nocturno y está bien comunicado en bus con Hampi. Sin embargo, fue todo un acierto cambiar por Saptami Hampo Homestay!!! Nos permitieron asearnos, descansar y desayunar cuando llegamos del tren; yo tenia aún las secuelas de una rotura en un tobillo y lo necesitaba para aprovechar ese día. Nos asignaron una habitación espectacular en un edificio contiguo que era muy fresca, luminosa, grande y acondicionada con mucho gusto. Tenían desayuno indio en base a dosas con salsas, muy bien hechas la verdad!! Y la opción de tortilla o tostadas para Gorka. Aunque siempre preferimos ir por nuestra cuenta, fue gracias a Mari, que los días en Hampi fueron súper aprovechados: acordamos el primer día el recorrido a los sitios con entrada conjunta, el siguiente solo nos tuvo que llevar y recoger pero nos libraba de toda preocupación, y fue súper amable en llevarnos a distintos sitios a cenar. Se comportó como un amigo y fue una pena que no condujera taxi y solo tuk-tuk para poder haber ido con él a Badami, Le echamos de menos!!! También tenemos que agradecer a la dueña el conseguir ese taxi, igual que el servicio de lavandería en su casa y muchos otros detalles. Tiene una casa súper bien cuidada, con vegetación propia y en medio las plantaciones de bananas, que es un oasis.

Inicialmente hubiéramos querido desayunar antes de las 8:30 pero la verdad es que nos dio tiempo a ver todo y de sobra.