Opiniones del Paradise Cave Hostel & Guesthouse

Muy limpio, personal muy agradable.

Muy pocos baños para el número de huéspedes

Muy limpio. La comida estaba rica. La cama era cómoda. El personal, muy amable. Café, té, agua y bizcocho sin cargo.

Como todo en Islandia, resulta caro si lo comparamos con España (y otros países europeos)

La ubicación cerca de las cascadas para poder ir a última hora o a primera y evitar multitudes. Amabilidad. Te hacen una tartita de cortesia

A veces no te puedes duchar cuando quieres

La ubicación.

Quizás falta algún lavabo más.

El alojamiento es acogedor, porque es una casa con pocas habitaciones y, además tiene a disposición de los clientes una cocina para prepárate tu propia comida. Estaba todo muy limpio. El desayuno estaba bueno. El personal fue muy amable, tanto el chico de la tarde, que habla español perfectamente, como la chica de la mañana.

Había mucho viento cuando llegamos y se oía mucho por la noche en nuestra habitación, creo que por la deficiente insonorización de la ventana, pero, por suerte, se quitó durante la noche.

El personal muy amable. Todo super limpio y a pesar de ser con baño compartido no hubo problemas. Tienen como detalle que puedes tomar café sin coste cuando quieras. Pedimos sopa de cordero para cenar y estaba buenísimo y los precios asequibles para lo que es Islandia. Todo genial. Muy buen ambiente

Por decir algo, que cuando llegas tienes que dejar los zapatos en la entrada e ir por las instalaciones con zapatillas de casa o en calcetines, es costumbre en estos países, pero nos sorprendió y creo que a lo mejor debería avisarse. Para los que no estamos acostumbrados dejar tus zapatos en la entrada es raro.

La amabilidad y buena disposición de Lucía. El lugar es precioso, de fácil acceso y muy cuidado en los detalles. Han solucionado de la mejor manera el imprevisto que he tenido.

Este alojamiento es un paraíso de Islandia, tiene mucho encanto, volveríamos sin pensarlo. La ubicación es perfecta, la atención fue muy buena, son majisimos, pudimos cenar la sopa que te ofrecen y estaba exquisita, el desayuno variado y muy bueno. Los baños, aunque son compartidos, están muy limpios y te sientes como en casa. Tuvimos una noche de auroras espectacular. Si pasas por la zona recomendable 100%

Nada, estaba todo perfecto.

El mejor leche que a bebido en mi vida!

No tenía zapatillas para la casa!

Es difícil empezar por algo en concreto ya que desde el primer segundo que pisamos la maravillosa casa nos sentimos acogidos en un ambiente acorde a nuestra manera de ser y pensar, un lugar relajado con mucho respeto mutuo entre todos los huéspedes y con unas normas básicas y éticas que hacen que una estancia pueda ser algo más que quedarse a dormir en una habitación. Nos sentimos como en casa. El personal era cálido, amable y consciente de las necesidades que podemos tener los viajeros en Islandia. Un antiguo colegio con profesores residentes que ha sido reconvertido en un espectacular Hostel en un paraje increíble en medio de donde se unen los acantilados y el mar, una llanura que ofrece las mejores vistas que puedes encontrar desde la ventana de un hostel. Unas zonas comunes desenfadadas con arte local y un gusto muy propio en cuanto a la decoración. Zona para cambiar tus embarradas botas por tus cómodas pantuflas, una zona para secar ropa mojada (muy importante en Islandia) y con mucho respeto por lo ajeno. El desayuno fue muy completo y utilizamos la cocina compartida para hacer nuestra propia cena. La habitación sencilla pero completa, cálida y clásica de la zona. Todo perfectamente limpio. Los baños compartidos totalmente funcionales que te invitan a mantenerlos tan limpios como te los has encontrado. En definitiva, acertamos 100% encontrando este lugar. Lo de la cascada de fondo…. DE LOCOS! Por suerte, fue la gran noche donde se despejó todo y pudimos ver nuestra gran primera aurora boreal, ambiente que no vamos a olvidar jamás compartiendo tanto con los otros huéspedes como con el personal una experiencia tan brutal.

No hubo nada que no nos gustara, todo el mundo sigue las normas básicas de convivencia y aunque compartas cocina, nevera y ducha, con respeto todo es posible.

Fue una pasada, el chaval de recepción es un crack, la comida muy rica (sopa de Cordero calentita) instalaciónes nuevas, súper calentito, todo limpio, Ojalá pudiera quedarme otra vez. ves aquí no te vas arrepentir, te lo prometo!!!! un 10 por todo

El personal. Muy amable y simpático. El sitio cómodo, tenía mucho jardín y un pequeño parque infantil. (Viajamos con un peque de 1 año y medio). Una cocina pequeña pero útil, baños amplios y una zona de estar con amenidades.

La habitación en planta baja y con las ventanas dando justo al acceso a la casa. Así que no teníamos intimidad.

Ubicación, entorno maravilloso para ver auroras. Instalaciones en muy buen estado. El personal encantador. El desayuno muy rico y completo. Pueden hacerte sopas tradicionales y pizzas para cenar, por un precio muy razonable y muy rico.

la cocina muy pequeña para todas las habitaciones que son

Ubicación cómoda, instalaciones en muy buenas condiciones, personal profesional y atento, y sobre todo el desayuno sabrosísimo, me sentí muy agusto.

Nada que objetar.

Es cómodo y el personal muy amable, la cocina es un poco pequeña pero la habitación era bastante grande. Había solo una ducha pero amplia.

El edificio es muy bonito, nos dieron una habitación en la parte de arriba justo pegado a la cocina. El baño compartido y limpio. La cascada de la parte de atrás nos conquistó. El chico que nos explicó todo un 10.

El desayuno bastante pobre como todos en Islandia, un zumo de naranja y algo más de diversidad estaría bien.

Personal, lugar, limpio... todo

El personal es muy amable

Nada